Imaginario (2020) define a este movimiento como artístico y literario que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX. Se toma como punto de partida el año de publicación del manifiesto inaugural escrito en 1916 por Hugo Ball. Este movimiento formó parte de las llamadas vanguardias históricas y tuvo una gran influencia en el desarrollo del arte contemporáneo.
El movimiento dadaísta también tuvo un núcleo importante en Berlín, Alemania. Militaban en este George Grosz, Raoul Hausmann y John Heartfield (Helmut Hertzfelde, 1891-1968), uno de los exponentes del fotomontaje. Este núcleo dio lugar a lo que se conoce como dadaísmo berlinés.
En 1919, con el fin de la Primera Guerra Mundial, el movimiento se trasladó a París, donde alcanzó su apogeo pero también alcanzaría el final de sus días. En efecto, el carácter antiartístico y antipoético del dadaísmo constituía el germen de su propia muerte. Antes de ello, sin embargo, tuvo lugar la primera Feria Internacional Dadá en Berlín en junio de 1920.
Imaginario (2020) también expone que el dadaísmo trajo consigo la creación de nuevas técnicas artísticas como fotomontaje y ready made, y aprovechamiento de técnicas como el collage, creada por el cubismo. El fotomontaje fue una técnica creada por los dadaístas que consistía en superponer diversos fragmentos de fotografías para crear una obra única. Estos fragmentos a veces se interconectaban por recursos adicionales como las ilustraciones.
El ready made, que se ha traducido como objeto encontrado u objeto confeccionado, era una técnica que consistía en tomar un objeto de uso cotidiano e intervenirlo con una intención deliberadamente significante.
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