De acuerdo con Antonio Naval Mas (2014) el Renacimiento fue un movimiento prácticamente restringido al universo cultural italiano durante sus dos primeros siglos de evolución (entre los siglos XIV y XVI, aproximadamente), periodo durante el cual, en el resto de Europa, sobrevivían estilos arquitectónicos, en general ligados al gótico o al tardo-románico. Finalmente, en su momento de mayor auge, la estética clásica renacentista comenzó a difundirse por los diversos países europeos desde su Italia natal, debido a diferentes motivos: guerras, anexiones de territorio italiano, viajes de los artistas italianos por Europa para ser contratados por las diversas cortes.
Arquitectura renacentista en Francia
Francia fue el primer país en acoger con entusiasmo el estilo renacentista. El Renacimiento llegó a finales del siglo XV, cuando Carlos VIII de Francia regresó en 1496 con algunos artistas italianos tras la conquista de Nápoles. Es destacable el uso de dicho estilo en los Castillos del Valle del Loira, cuya primera construcción fue el Castillo de Amboise, donde Leonardo da Vinci pasó sus últimos años. El estilo comenzó a ser predominante durante el reinado de Francisco I. Otro ejemplo es la fachada interior sudoeste del Palacio del Louvre en París, que fue diseñada por Lescot y cubierta por relieves de Jean Goujon. La arquitectura renacentista aún siguió creciendo con fuerza bajo los reinados de Enrique II y Enrique III de Inglaterra. N. Antonio. (2014). Historia del arte en la edad moderna. Italia: El Cid Editor/e-libro.net.
Arquitectura renacentista en España
Estilo plateresco
El Renacimiento comenzó a insertarse en España en las formas góticas en las últimas décadas del siglo XV. El desarrollo del Renacimiento se produjo principalmente por arquitectos locales. De esta manera, se creó una corriente puramente española del estilo, que se vio influenciada por la arquitectura del sur de Italia. Este estilo español llamado plateresco, combinaba las nuevas ideas italianas con la tradición gótica española, así como la idiosincrasia local. El nombre proviene de las fachadas extremadamente decoradas de estos edificios, que se asimilaban al intrincado y detallista trabajo de los plateros.
Purismo
Con el paso de las décadas, la influencia del gótico fue desapareciendo, se alcanzó un estilo más depurado y ortodoxo, desde el punto de vista del Renacimiento. El purismo se caracteriza por una mayor austeridad decorativa, que se limita a algunos elementos concretos, generalmente de inspiración clásica. El centro de la producción renacentista se localizó en Andalucía con Diego de Siloé (fachada de la Catedral de Granada y Sacra Capilla del Salvador de Úbeda); Pedro Machuca (Palacio de Carlos V en Granada), el arquitecto más decididamente clásico; Andrés de Vandelvira (Catedral de Jaén y de Baeza) y Diego de Riaño (Ayuntamiento de Sevilla).
Estilo herreriano
A mitad del Siglo XVI, la iniciación del Monasterio de San Lorenzo del Escorial como símbolo del poder de Felipe II de España por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera supuso la aparición de un nuevo estilo, que se caracteriza por el predominio de los elementos constructivos, la ausencia decorativa, las líneas rectas y los volúmenes cúbicos. Significa además la introducción de los postulados manieristas provenientes de Italia. Este estilo bautizado posteriormente como estilo herreriano en honor de la figura indiscutible de Juan de Herrera, dominó la arquitectura española durante casi un siglo.
En todos los casos, los conceptos de la arquitectura y urbanismo de España en el Renacimiento, fueron llevados a las colonias de América, donde encontró campo fértil para su difusión dada la urbanización extensiva que se dio a lo largo de tres siglos. N. Antonio. (2014). Historia del arte en la edad moderna. Italia: El Cid Editor/e-libro.net.
Arquitectura renacentista en Portugal
En Portugal, el estilo manuelino aunó los elementos renacentistas a las edificaciones góticas, y es considerado por algunos historiadores como la contribución portuguesa al Renacimiento, aunque su estética es muy distante del clasicismo (objetivamente debe insertarse en el tardo-gótico). Ejemplos de la arquitectura renacentista portuguesa son la Catedral de Leiria y de Portalegre, el Colegio Jesuita de Évora y la Iglesia de San Roque de Lisboa.
Arquitectura renacentista en Europa Oriental
La lejanía de esta zona con respecto a Italia diluyó la influencia del Renacimiento, pero existen valiosos ejemplos de edificaciones que combinan elementos renacentistas con la tradición arquitectónica local. En Hungría, ya antes de la segunda mitad del Siglo XV se construyeron casas de estilo italiano. El rey húngaro Matías Corvino contrató a constructores y escultores italianos, uno de los cuales, Aristóteles Fioravanti, viajó de Hungría a Moscú para levantar la Catedral de la Asunción en el Kremlin. Bajo el reinado de Luis II de Hungría y Bohemia, se construyó la Capilla Bakócz de la Catedral de Esztergom, ejemplo de decoración renacentista. Otras obras influidas por el Renacimiento en Europa oriental son el Castillo de Wawel y la Capilla de Segismundo en Cracovia, la ciudad polaca de Zamość, el Palacio Real y las Iglesias de San Miguel y San Esteban de Vilna, en Lituania, la localidad de Telč o el Castillo de Český Krumlov en la República Checa. Universidad San Jorge Escuela Técnica Superior de Arquitectura, (2015) Zaragoza.
Arquitectura renacentista en Francia
Francia fue el primer país en acoger con entusiasmo el estilo renacentista. El Renacimiento llegó a finales del siglo XV, cuando Carlos VIII de Francia regresó en 1496 con algunos artistas italianos tras la conquista de Nápoles. Es destacable el uso de dicho estilo en los Castillos del Valle del Loira, cuya primera construcción fue el Castillo de Amboise, donde Leonardo da Vinci pasó sus últimos años. El estilo comenzó a ser predominante durante el reinado de Francisco I. Otro ejemplo es la fachada interior sudoeste del Palacio del Louvre en París, que fue diseñada por Lescot y cubierta por relieves de Jean Goujon. La arquitectura renacentista aún siguió creciendo con fuerza bajo los reinados de Enrique II y Enrique III de Inglaterra. N. Antonio. (2014). Historia del arte en la edad moderna. Italia: El Cid Editor/e-libro.net.
Arquitectura renacentista en Inglaterra
En Inglaterra el primer exponente de la Arquitectura renacentista fue Iñigo Jones, que había estudiado en Italia, donde la influencia de Palladio estaba muy extendida. Cuando Jones regresó a su país, comenzó con entusiasmo a construir basándose en el nuevo movimiento y diseñó edificios como la Queen's House de Greenwich y la Casa del Banquete del Palacio de Whitehall. Estas construcciones de líneas sencillas y simetría fueron revolucionarias en un país donde aún se diseñaban edificios con ventanas partidas, almohadillado y torrecillas.
Robert Cecil, primer conde de Salisbury, ordenó la construcción de Hatfield House, es ejemplo perfecto de la arquitectura de transición entre el estilo Tudor y el Renacimiento
La obra de Jones fue seguida por maestros como Christopher Wren con su diseño de la Catedral de Saint Paul de Londres y de muchos edificios públicos e iglesias londinenses que se construyeron tras el Gran Incendio de Londres, en 1666.
La influencia de la arquitectura renacentista italiana pervivió en especial en el ámbito anglosajón. Universidad San Jorge Escuela Técnica Superior de Arquitectura, (2015) Zaragoza.
Interior de San Lorenzo, Bunelleschi, 1420
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