Escultura del Renacimiento
El escultor del Renacimiento tomó como modelo las obras de la antigüedad clásica y su mitología, pero con una nueva visión: la del pensamiento humanista.
Escultura francesa
El interés político de los reyes de Francia por asentar sus dominios en tierras italianas tuvo consecuencias culturales, ya que fueron varios los artistas italianos que a partir de la segunda mitad del siglo XV se establecieron en la corte francesa, siendo Francisco I el principal mecenas de estos artistas, entre los que se encontraba Leonardo da Vinci. Hacia 1460 se estableció en Provenza el escultor Francesco Laurana, al que se considera el introductor del Renacimiento en Francia, que trabajó sobre todo en la parte sur del país.
Uno de los temas más tratados en la escultura francesa de esta época es el del Santo Entierro y los monumentos sepulcrales donde la figura del yacente es tratada con gran realismo. Se representa el difunto como cadáver o incluso en esqueleto; en el momento de la transición, como es el caso del de Juana de Borbón en el Louvre. Esta alegoría de la resurrección de los muertos llega mediante el camino de la terribilità italiana y del desvelamiento del interior del cuerpo, aunque no presente una anatomía perfecta a los ojos de la ciencia. Un proyecto de G.. (2018). Enciclopedia de historia. Red: Grudemi.
Escultura española
Las ideas y formas escultóricas del Renacimiento italiano penetraron en España con los artistas florentinos que fueron a trabajar a la corte española durante el siglo XV, y siguieron extendiéndose con la obra de artistas de varias nacionalidades y de algunos españoles que aprendieron en Italia desde los últimos años de dicho siglo. Sin embargo, el nuevo estilo no logró implantarse con firmeza hasta el advenimiento del Rey Carlos I de España al trono, a principios del siglo XVI. La escultura renacentista se hizo presente a través de tres vías distintas: Escultores italianos mandados llamar por los mecenas y que realizaron sus obras en España; obras importadas, procedentes de los talleres italianos; primera generación de artistas españoles.
Escultura alemana
La prosperidad de las ciudades germánicas se afianzó con el alargamiento de la época gótica, produciéndose en los primeros decenios del siglo XVI la introducción de la escultura renacentista con la influencia de la escuela florentina italiana. La mayor parte de esta escultura se realizó en madera, por la gran riqueza forestal de sus regiones y con una magnífica policromía y dorado. A los escultores alemanes les costó abandonar los ropajes góticos y que sus personajes adquiriesen el espíritu clásico.
Como mundo esculpido se conoce el carácter que adoptó la escultura en los países germánicos durante la segunda mitad del siglo XV, que puede verse en los grandes polípticos de altar de algunas iglesias y catedrales alemanas. Se trata a menudo de altares de dos y hasta cuatro hojas totalmente esculpidas, con agujas y altos pináculos que albergan, en su parte central, la caja, con una escena religiosa.
Escultura en los Países Bajos
En los Países Bajos se habían desarrollado y consolidado completamente las actividades artísticas durante el período gótico a niveles muy altos, lo que hace comprensible que fueran reacios a admitir otros criterios. Así pues, fue tardía la aceptación del nuevo estilo que venía de Italia y las decoraciones góticas se mantuvieron aún durante largo tiempo. En la realización de retablos, sillerías de coro y mobiliario religioso con escultura incluida, se utilizó la talla en madera, en los que se elaboraron los elementos renacentistas al estilo de los realizados en la parte lombarda de Italia.
Escultura inglesa
La escultura inglesa del siglo XVI se deriva de la italiana, los más notables artistas que trabajaron en Inglaterra fueron los italianos. Los monarcas, para animar la vida artística, ejercieron una función muy importante a la hora de desarrollar este movimiento artístico. Entre los primeros y principales escultores italianos figuró Pietro Torrigiano, a quien se debe el sepulcro de Enrique VII e Isabel de York.
Escultura portuguesa
A finales del siglo XV, Andrea Sansovino fue a trabajar para el rey Juan II de Portugal; que se tenía la creencia de que los italianos, con su monopolio casi exclusivo del arte antiguo, tenían también el conocimiento de lo que era correcto dentro del arte.
Un foco de humanismo se creó alrededor de la corte de Juan III según el modelo de las cortes italianas. El Renacimiento se impuso en las ciudades de Coímbra, Tomar y Évora con tanta fuerza que en esta región del Alentejo fue muy difícil implantar el Barroco. La escultura portuguesa se manifestó como italianista en su primer Renacimiento. Un proyecto de G. (2018). Enciclopedia de historia. Red: Grudemi.
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