Introducción
El Renacimiento fue un movimiento artístico cultural que se extendió desde Italia a Europa Occidental a partir del siglo XV. Fue la manifestación cultural del cambio en la mentalidad europea que después de casi diez siglos de mentalidad cerrada, centrada en refugiarse en la visión teocéntrica, (Dios como remedio para los males de la época como enfermedades, hambre, muertes), vuelve su mirada hacia los ideales de la cultura clásica de Grecia y Roma como modelos de perfección (visión antropocéntrica, el hombre como medida de todas las cosas).
Este cambio, manifestado en la corriente filosófica humanista, se considera el inicio de la Edad Moderna. El pensamiento antropocéntrico ponía énfasis en la facultad humana para acceder al conocimiento del mundo a través de la razón. Italia, cuna del arte renacentista, ve los inicios de esta nueva era un siglo antes: en el siglo XIV, mientras otros países aún estaban despertando a un cambio de mentalidad.
En este clima de renovación, el artista comenzó a estudiar los modelos de la antigüedad clásica mientras investigaba técnicas nuevas por ejemplo, claroscuro en pintura. Se desarrollan grandemente las formas de representar la perspectiva y el mundo natural con fidelidad; de especial interés era la anatomía humana y las técnicas de construcción arquitectónica. El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, personalidad eminentemente renacentista, quien dominó distintas ramas del saber; del mismo modo, Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la Antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística.
Surge en Florencia el arte del Quattrocento o primer Renacimiento italiano, que se llamó así por desarrollarse durante los años de 1400 (siglo XV). El Quattrocento es uno de los períodos más importantes de este movimiento artístico europeo. Aparece la figura del artista creador desfavoreciendo el anonimato. Surge el taller del maestro, que es quien recibe los encargos de los clientes. El hombre es la obra más perfecta de Dios. Se pinta la figura humana independientemente de lo que represente. En general este arte es de líneas más puras que el movimiento gótico, es mucho más pequeño y simple. El Cinquecento, estilísticamente se caracterizó por la búsqueda de las formas artísticas de la antigüedad clásica y la imitación de la naturaleza, pero también existe otra etapa, la cual no saben muy bien los historiadores en que movimiento situarla, aunque normalmente se dice que pertenece el Renacimiento cuya etapa se llama Manierismo.
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